jueves, 15 de octubre de 2009

Mi preferida, de Tomàs Segovia..



CARTA NEMOROSA

Todo un día sin verte no sé como lo aguanto
no me abandones mírame te necesito tanto
no puedo nunca hablarte y por eso te doy
estos versos idiotas para sentir que estoy
un rato junto a ti contándote qué hice
qué pensé en este día de qué modo te quise
un día un día igual que cualquier otro día
con veinticuatro horas para desdicha mía
y en cada una de ellas casi a cada minuto
he sufrido por ti y porque soy tan bruto
salvo cuando dormía y entonces te soñaba
si pudieras saber cuando el día se acaba
qué triste es estar solo y sentirse olvidado
saber que en este día ni una vez has pensado
en mí que tal vez soy el único en el mundo
que se acuerda que existes segundo por segundo
esta tarde fui al bosque a eso de las cinco
me acordaba de ti con usual ahínco
estaba atardeciendo un rayo de sol daba
filtrado entre los troncos junto a donde yo estaba
en las copas mas altas el verde era encendido
abajo la penumbra ya se habia extendido
el aire estaba pálido fresco quieto vacío
y un inmenso silencio flotaba en torno mío
todo era igual de hermoso que el amor o la vida
la juventud tus ojos y su luz sorprendida
cómo hubiera querido que vieras todo aquello
porque te quiero tanto y porque todo era tan bello
y porque imaginándote como yo emocionada
sentía con la tuya mi alma comunicada
pero ay cómo saber si eso te gustaría
y entonces lo confieso dudé de ti alma mía
mas debes perdonarme pues sólo fue un momento
debido a que estoy solo no sé de ti y me siento
lleno a veces de miedo de haberme equivocado
ay dios si tú no fueras como te he imaginado
pero no puede ser ¿verdad? no me equivoco
se que no te intereso pero me importa poco
no quiero que me des lo que quisiera es darte
enseñarte la vida la hermosura y el arte
mostrarte en este mundo tantas y tantas cosas
que no adviertes tal vez y son maravillosas
las noches las mañanas y los atardeceres
la dicha de estar vivos el amor si tú quieres
el bosque quieto y tibio bello y majestuoso
lleno de calma y fuerza como tu cuerpo hermoso
el agua transparente como tus ojos tersos
como tú caprichosa con tesoros inmersos
la lluvia que es tan fina como tu cabellera
leve como tus penas como ellas pasajera
triste como tu ausencia dulce cual recuerdo
las frutas que me ahogan de aroma si las muerdo
como tú dulces y ácidas y hechas para mis dientes
y el sol mi vida y sus rayos ardientes
que se parece a ti oh mi niña solar
más que nada en el mundo y las olas del mar
que hacen pensar en ti por lo bella y temida
y por el gusto amargo que dejaste en mi vida
nada tengo que darte ni aún la triste riqueza
apenas juventud mucho menos belleza
pero el mundo es hermoso y yo te lo regalo
cuando veas brillar su esplendor como un halo
piensa que he sido yo quien lo ha puesto en tus brazos
con estos pocos versos hechos gruesos trazos
pues acordarse de alguien como hice yo esta tarde
cuando se esta gozando y en plenitud se arde
extasiado en lo hermoso no olvidarse no obstante
de otro ser con el cual en ese mismo instante
ansiamos compartir nuestro gozo profundo
es el único modo de regalar un mundo
y acuérdate de mi vida que en la existencia humana
lo dicen los filósofos de la escuela alemana
sólo existe de veras lo que tiene sentido
lo que otro ve y comprende lo que es reconocido
y que por consiguiente siendo yo en esta vida
quien mas te ve y te entiende y quien menos te olvida
no tienes mas remedio que ser como te veo
solo es pleno en tu vida aquello que yo creo
y tienes que admitir mi amor y convencerte
que te doy la vida aunque tú a mi la muerte.
porque seguimos anticipando, y dejando ir;
foto por zkâ, Isla Mujeres, 2009.

No hay comentarios: